Mediación y Cambio. Manual del modelo circular narrativo

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Entrevista al autor: Javier Wilhelm Wainsztein

Entrevistador: Dr. Wilhelm, su reciente libro «Mediación y Cambio» explora en profundidad el modelo circular narrativo. ¿Qué le motivó a escribirlo?

Dr. Wilhelm: Tras más de dos décadas formando mediadores, observé que muchos profesionales talentosos, especialmente quienes no provienen de la psicología, se sienten intimidados por la complejidad teórica del modelo. Este manual busca tender puentes entre la teoría y la práctica, haciendo accesibles conceptos complejos sin sacrificar su profundidad.

Entrevistador: ¿En qué se diferencia el modelo circular narrativo de otros enfoques de mediación?

Dr. Wilhelm: Mientras el modelo Harvard se centra en lograr acuerdos concretos siguiendo un proceso lineal, el circular narrativo busca transformar las narrativas y relaciones con el mismo fin: lograr un acuerdo que sea eficaz y realista.

Entrevistador: Usted habla de «narrativas dominantes». ¿Podría explicar este concepto?

Dr. Wilhelm: Las narrativas dominantes son las historias a través de las cuales interpretamos nuestras experiencias. En situaciones de conflicto, estas historias suelen volverse rígidas y polarizadas; las construimos para dar sentido a nuestras exigencias, pero luego se vuelven una trampa porque no nos permiten ver más allá de la historia que hemos creado, y para cambiar debemos cuestionar aquello que hemos relatado y que nos hemos creído.

Entrevistador: ¿Qué papel juegan las sesiones privadas previas en su metodología?

Dr. Wilhelm: Son fundamentales. Permiten evaluar la disposición emocional de cada parte y conocer sus narrativas en un espacio seguro y confidencial. Nuestro reto es programar sesiones conjuntas cuando ambas partes están preparadas para un diálogo constructivo. Esta preparación cuidadosa aumenta significativamente las probabilidades de éxito en la mediación.

Entrevistador: Usted destaca la importancia de la comediación. ¿Por qué?

Dr. Wilhelm: La comediación no es simplemente tener dos mediadores en la sala; representa una metodología más segura y enriquecida. Permite abordar la situación desde perspectivas complementarias, identificar sesgos mutuos y equilibrar percepciones. Un mediador puede concentrarse en la comunicación verbal mientras el otro observa el lenguaje no verbal, logrando una comprensión más completa del conflicto.

Entrevistador: ¿Cómo se construye una «historia alternativa» en la mediación?

Dr. Wilhelm: Es un proceso delicado que comienza identificando momentos excepcionales que contradicen las narrativas dominantes. Luego conectamos estos elementos con valores y aspiraciones compartidas, y exploramos recursos que han permitido esos momentos positivos. No negamos el conflicto, sino que lo situamos en un contexto más amplio de relación y posibilidades.

Entrevistador: Su libro aborda técnicas específicas como la externalización ¿Puede explicarnos brevemente una de ellas?

Dr. Wilhelm: La externalización separa el problema de las personas, logra perspectiva hacia el conflicto para producir cambios. En lugar de decir «eres conflictivo», hablamos de «la desconfianza se ha instalado entre ustedes». Esto permite que las partes dejen de verse como antagonistas y trabajen juntas contra el problema externalizado. Es particularmente útil porque reduce la culpabilización y abre espacio para la colaboración.

Entrevistador: ¿Qué papel juegan los abogados en su modelo de mediación?

Dr. Wilhelm: Los considero colaboradores esenciales. Cada decisión tomada en mediación debe ser entendida en toda su dimensión, incluyendo sus consecuencias jurídicas. Los abogados aportan claridad legal necesaria, mientras nosotros facilitamos la transformación relacional. Esta colaboración interdisciplinaria asegura acuerdos que son tanto transformadores como jurídicamente viables.

Entrevistador: Dr. Wilhelm, considerando su vasta experiencia, ¿cuáles son los elementos fundamentales para formar mediadores de excelencia en el modelo circular narrativo?

Dr. Wilhelm: La formación de mediadores de excelencia requiere un equilibrio entre teoría, práctica y desarrollo personal. Es fundamental que los futuros mediadores comprendan profundamente las bases teóricas pero también que desarrollen habilidades prácticas mediante simulaciones y casos reales supervisados.

Lo que realmente distingue a un mediador excepcional es su capacidad reflexiva: debe estar constantemente atento a cómo sus propias narrativas e historia personal influyen en su trabajo. Recomiendo enfáticamente la supervisión continua y el trabajo en comediación, que funcionan como espejos para identificar puntos ciegos.

También es crucial que los mediadores en formación desarrollen lo que llamo una «escucha multinivel»—la capacidad de atender simultáneamente al contenido verbal, las emociones expresadas y no expresadas, los patrones relacionales y las narrativas subyacentes. Esta competencia no se desarrolla con la mera lectura, sino mediante práctica constante y retroalimentación cualificada.

Por último, la excelencia en este modelo requiere valentía para crear cierto «caos» controlado que desestabilice narrativas rígidas, combinada con la sensibilidad para reconocer el momento exacto en que las personas están preparadas para construir nuevas historias más posibilitadoras.

Psicólogo clínico, mediador profesional y doctor en derecho y ciencias políticas. Presidente de la sección ARC del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, Core Faculty de la UPF-BSM, miembro de GEMME España

 
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