Cuando escuchamos hablar sobre violencia de género o violencia machista, lo primero que pensamos es en maltrato físico, en golpes, puñetazos y cualquier tipo de acción que hiera físicamente a la mujer. Pero lamentablemente existen más tipos de violencia de género, situaciones que se dan, sin ser tan visibles como la agresión física, y por tanto más difícil de detectar.
Antes de conocer los diferentes tipos, es importante saber qué se entiende por violencia de género:
«Todo aquel tipo de violencia que se lleva a cabo vulnerando el bienestar físico, psíquico o relacional de una persona debido a su sexo o identidad de género. Se usa de manera intencional la agresión, sea mediante la fuerza física o, con el propósito de causar daños, coaccionar, limitar o manipular a la persona objeto de violencia.»
El concepto de violencia de género incluye una amplia variedad de actitudes y actuaciones que pueden dañar a la persona desde diferentes aspectos. Existen muchos tipos de violencia de género:
Violencia física
Como dijimos anteriormente, es el tipo de violencia de género más visible y más representativa de violencia machista. Se considera violencia física todo aquel acto que conlleva un daño físico a la víctima a través de la agresión directa. Se incluyen golpes, heridas, fracturas, arañazos, puñetazos, patadas… Se puede producir una incapacitación física e incluso la muerte, en función de la intensidad de la agresión.
Violencia psicológica
En este tipo de violencia la víctima se ve humillada, minusvalorada y atacada psicológicamente, mediante insultos y vejaciones, o bien llevado a cabo de un modo más pasivo, desvalorizando a la pareja sin que ésta considere que está sufriendo un ataque. El objetivo es hacer que la persona se sienta indefensa, manipularla y controlarla psicológicamente.
Dentro de la violencia psicológica hay que destacar la Luz de gas o Gaslight, es una forma de maltrato psicológico. ¿Cómo reconocerlo?:
- No existe una agresión física clara, por lo que no se relaciona directamente como violencia de género.
- Se discute, se pone en duda, se menosprecian o se anulan los puntos de vista de la pareja frente a cualquier situación.
- Se pierde la capacidad de toma de decisiones por miedo a no satisfacer las expectativas de la pareja.
Violencia sexual
Se refiere a aquel tipo de situaciones en que una persona es forzada o coaccionada para llevar a cabo actividades de índole sexual en contra de su voluntad. Incluye la presencia de violaciones dentro de la pareja, la prostitución forzada, forzar la concepción o el aborto, mutilaciones genitales, acoso sexual.
Violencia económica
Se basa en la reducción y privación de recursos económicos a la pareja. También se considera como tal el hecho de obligar a depender económicamente del agresor, impidiendo el acceso de la víctima al mercado laboral mediante amenaza, coacción o restricción física.
Violencia patrimonial
Se considera violencia patrimonial la usurpación o destrucción de objetos, bienes y propiedades de la víctima con intención de dominarla o producirle un daño psicológico.
Violencia social
Se basa en la limitación, control y la inducción al aislamiento social de la persona. Se separa a la víctima de familia y amigos, alejándola de su entorno habitual.
Violencia vicaria
Un gran número de parejas en las que se produce violencia de género tienen hijos. En muchas ocasiones el agresor decide amenazar, agredir e incluso matar a dichos hijos con el propósito de dañar a su pareja o ex-pareja.
A parte de estos tipos de violencia de género podríamos hablar de uno más, ya que cada vez está más presente en la sociedad, sobre todo entre la población adolescente.
Se trata de la Violencia Digital, se caracteriza por un excesivo control y dominación a la víctima en Internet y las nuevas tecnologías. ¿Cómo detectarla?:
- Acosar o controlar a tu pareja usando el móvil.
- Interferir en relaciones de tu pareja en Internet con otras personas.
- Espiar el móvil de tu pareja.
- Censurar fotos que tu pareja publica y comparte en redes sociales.
- Controlar lo que hace tu pareja en las redes sociales.
- Exigir a tu pareja que demuestre dónde está con su geolocalización.
- Obligar a tu pareja a que te envíe imágenes íntimas.
- Comprometer a tu pareja para que te facilite sus claves personales.
- Obligar a tu pareja a que te muestre un chat con otra persona.
- Mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata.