Hablamos con María Dolores Hernández, profesora del curso Experto en Mediación Familiar y resolución de Conflictos, abogada y mediadora. María Dolores nos describe el perfil del mediador familiar, qué habilidades y competencias debe tener todo aquel que quiera ser un buen mediador.
¿Cuál es el perfil del mediador familiar?
El mediador familiar no tiene un solo perfil profesional, es decir, puedes venir de cualquier ámbito. Sí es verdad que, si has trabajado en derecho, psicología, educación social o trabajo social, tienes mucho avanzado, ya que la experiencia en esos ámbitos muchas veces hace que cuenten con habilidades muy útiles para un mediador.
Eso no quiere decir que los recién licenciados no puedan ejercer de mediadores y sean grandes profesionales, de hecho, también tienen la ventaja de no tener ya pequeños vicios o hábitos de la profesión. Por ejemplo, como abogado de familia, como este ya sabe lo que ocurre en los tribunales, tiene que evitar aconsejar, y como psicólogo, tiene que evitar hacer terapia. Pero hay que aprender a cambiar de sombrero, de rol. Como mediador uno debe escuchar y dejar el protagonismo a las partes dado que estas son las únicas expertas en su vida.
El perfil personal tiene que ser una persona:
- Abierta a la escucha.
- Que sepa escuchar activamente en intervenir cuando sea necesario.
- Que se conozca personalmente.
- Que gestione sus emociones.
- Que esté dispuesta a a trabajar en sí misma y en el ámbito profesional.
- Gran comunicadora.
- Que sepa “leer” la comunicación verbal y no verbal.
- Empática.
- Que tenga la predisposición a trabajar para el otro.
¿Qué competencias de comunicación debe tener?
- Saber escuchar sin ruidos, con atención y con concentración
- Comunicación efectiva.
- Comunicación empática (comunicación no violenta de Marshall Rosenberg).
- Capacidad de escucha
- Empatía
- Gestión de la emociones propias y ajenas ( no tener miedo a identificar y sostener las emociones propias y ajenas)
A parte, también debe tener otras habilidades como:
- Ser muy responsables, no olvidar que trabajamos con personas.
- No minimizar las emociones (no estamos para juzgar, hay que comprender).
- Tener muy claros los objetivos, tenemos que dirigir nosotros la mediación (no perder el foco, y eso implica una preparación previa).
- Paciencia, no querer llegar a un acuerdo con prisas, sino asegurarnos que se pueda cumplir y que es eso lo que las partes quieren de verdad.
- Lograr restablecer la comunicación. Si al menos han llegado a trabajar en su comunicación, ya hemos logrado mucho. El acuerdo es menos importante que la comunicación en los procesos de familia si queremos que luego estos se cumplan.
- Ser flexibles. Recalcular ruta, no todas las mediaciones son iguales, si no funciona un proceso, hay que volver al punto al cual se ha vuelto y modificar para poder progresar de verdad.
- Ser muy humildes en nuestras intervenciones y adaptarnos a las personas, adaptar nuestro lenguaje a ellos.
- No tener miedo a la intervención de los letrados, es decir, cooperar con los demás profesionales que tienen que estar en la intervención.
¿Qué conceptos de la legislación debe saber?
Tenemos que tener unos mínimos conocimientos de derecho. Por ejemplo:
- Estamos obligados a saber si el acuerdo es legal o no legal, y saber si ese acuerdo se podrá ejecutar o no.
- En el ámbito del derecho de familia por ejemplo; La pensión de alimentos de los niños es un derecho indisponible, y el régimen de visitas también. Es decir, los padres no pueden renunciar a eso, es un derecho de los niños. Así que no deberíamos permitir que se llegue a un acuerdo que vulnere esos derechos, porque no se va a aprobar (es perder el tiempo).
- La ley de mediación civil y mercantil es la marco para toda España, y dice que el mediador tiene que tener unos conocimientos mínimos jurídicos, psicológicos y de comunicación.
- Es importante también que trabajemos con una perspectiva de género.
En nuestra formación hay el bloque jurídico, el psicológico y el de técnicas y herramientas. Se estudia el conflicto, los distintos modos de afrontarlo, trabajamos la negociación, porque creemos que es básica en la formación de los mediadores y las preguntas, la escucha, la reformulación, la empatía, etc. Trabajamos toda una serie de herramientas básicas de el mediador, y no dejamos la parte jurídica porque es uno de los bloques básicos para un buen mediador. Nuestros alumnos cierran el curso con la grabación de un video en el que hacen un role playing de una mediación de principio a fin donde se puede ver el progreso que han tenido desde el principio del curso hasta el final. Acabamos de cerrar el Master y estamos verdaderamente orgullosos en la escuela de los resultados que quedan plasmados en los casos trabajados, el trabajo final y en la grabación