“La sociedad del Bienestar pasa por la Mediación.”
En la Grecia clásica el mundo de la política estaba dirigido por los sofistas. Los sofistas eran políticos y cobraban honorarios por hacer política. Ellos se consideraban fuente de conocimiento y por ello, dedicaban el tiempo a la oratoria y a sus enseñanzas. Conviviendo con los sofistas, Sócrates filósofo, enseñaba política sin cobrar por sus enseñanzas, él decía aquello de “Sólo se que no se nada”. Pensaba que el conocimiento era una semilla que se encontraba en las personas y qué sólo formulando preguntas y llevando a cabo un diálogo, la persona podría llegar a diferentes reflexiones, de ahí, el diálogo socrático. Los sofistas eran en su mayoría vendedores de humo que convencían al pueblo a través de la oratoria, siendo muy diferentes a la persona de Sócrates y a su manera de entender la política.
Si analizamos a los políticos de hoy en día nos damos cuenta que existen comportamientos en ellos que nos llevan a pensar en los sofistas.
Actualmente nos encontramos con un gobierno en funciones y es que a raíz de los múltiples casos de corrupción, el aumento de la violencia, la crisis económica y la crisis de valores, han dado lugar a que España en estos momentos sea un país sin gobierno.
Los ciudadanos han dejado de creer en la política, los políticos han perdido su legitimidad y credibilidad.
Coincide que los países con mayor corrupción son también países con mayores índices de violencia y delincuencia. De aquí la necesidad de hablar de mediación y política.
El político debe de volver a representar al país, siendo ejemplo de ética y de valores. Parecen ajenos a las preocupaciones de los ciudadanos y a lo que ellos entienden necesario para luchar contra la violencia y salir de la situación de crisis.
Las estrategias electoralistas se han quedado muy alejadas de las personas a las que representan, personas bien formadas y con conocimiento de las situaciones que acontecen. Las continuas descalificaciones entre personas, entre partidos, nos alejan cada vez más de sentirnos representados.
Necesitamos líderes políticos éticos, con capacidad de escucha, empáticos, emocionales, colaborativos y participativos, con capacidad para el diálogo, la mediación y la negociación.
Vivimos en un mundo de incertidumbre, de continúo cambio y adpatación, un mundo de nuevas tecnologías, pero nuestro sistema de enseñanza, salud, servicios sociales y justicia, no están siendo modificados y adpatados a las nuevas realidades.
El político da la espalda a la infancia, a la familia, a nuestros motores sociales y económicos.
La filosofía de la Mediación aporta a la Política la educación en valores morales y la capacidad de diálogo con los grupos de presión y con las entidades, o personas. Buscamos ciudades educadoras, ciudades mediadoras, que sirvan de ejemplo de buen hacer y de integración.
Es momento de aprender a desaprender desde la política y de formarse como mediadores, en técnicas de comunicación, de colaboración, de negociación y de resolución de conflictos. Los diálogos apreciativos se convierten en una de las mejores herramientas a utilizar en el ámbito de la mediación política.
La sociedad del bienestar pasa por la Mediación, por la cultura de la paz y del diálogos, por la educación en valores.
Nuestro futuro pasa por los valores morales.
Psicóloga, Mediadora y Docente
Presidenta de ADIMER