LA COORDINACIÓN DE LA PARENTALIDAD COMO ALTERNATIVA A LOS PUNTOS DE ENCUENTRO
Hoy en día nos encontramos en nuestro país con una parálisis de la actividad judicial debida a la Pandemia del Covid-19. Esto ha supuesto un retraso en la tramitación de los asuntos de familia que ya estaban iniciados y, sin duda, ocasionará un colapso de los nuevos procesos que se han generado durante estos meses. No podemos obviar que la convivencia familiar estrecha ha generado tensiones que posiblemente acaben en rupturas familiares y que las relaciones parento-filiales, basadas en rupturas ocurridas con anterioridad, se han visto gravemente afectadas por las medidas restrictivas de desplazamiento e interacción.
En toda ruptura de pareja el tiempo es esencial para poder cerrar un capítulo de tu vida, pero cuando hay hijos es importante iniciar la nueva etapa garantizando que los menores pueden relacionarse adecuadamente con ambos progenitores. En los casos en que los adultos están abiertos al diálogo una buena solución es la mediación. El mediador puede ayudar a los progenitores a diseñar el Plan de Parentalidad (nueva organización parental) de forma consensuada de manera que no se tenga que esperar a asistir a un juicio (en el caso de alcanzar acuerdos) y, por tanto, evitando la “cola” generada en los juzgados.
Sin embargo, cuando la conflictividad es elevada o está cronificada, existe una gran desconfianza de un progenitor en el otro, o la casuística es especial (progenitor que lleva tiempo sin relacionarse con sus hijos, niños que han de salir de un centro de acogida…). Se requeriría un punto de encuentro para velar por los intereses de los niños. Una alternativa novedosa, ágil y válida en estos momento es el utilizar el recurso de Coordinación de la Parentalidad.
Ventajas de Coordinación de Parentalidad
Las ventajas que supondría la utilización por parte de una familia de esta herramienta serían:
- El Coordinador de la Parentalidad garantizaría la efectividad del régimen de relaciones establecido en Sentencia, o si este no existe, trabajaría para diseñar uno con ambos padres.
- Los niños podrían interaccionar con ambos padres de forma más rápida al no tener que esperar el “turno” en los juzgados (siempre que no existan contradicciones).
- El profesional adaptaría su actuación a las particularidades de esta familia, en especial a la edad, características y necesidades de los niños (recurso a medida).
- Existiría una labor psicoeducativa dirigida a estos progenitores en “conflicto”.
- En el caso de tener que acudir a juicio, existiría un informe redactado por el profesional que serviría de base a los operadores jurídicos sobre la dinámica familiar.
Una de las recomendaciones para que la intervención sea lo más exitosa posible es la elección del profesional que trabajará con la familia. En líneas generales la persona tiene que conocer la dinámica familiar (en especial en situaciones conflictivas), la edad evolutiva y emocional de los niños, además de tener formación en temas de derecho y en técnicas de mediación.
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Licenciada en Psicología y en Ciencias Empresariales y máster en Dirección de Empresas MBA por Esade. Máster en psicología clínica y psicoterapia. Máster en Mediación y Resolución de conflictos. Postgrado en coordinación de la Parentalidad. Psicóloga colegiada por el Colegio oficial de Psicología de Catalunya (COPC). Profesora del Experto en Mediación y Resolución de Conflictos y el Experto en Coordinador de Parentalidad de la Cátedra Escuela Española de Mediación-Udima. Tiene experiencia en peritajes psicológicos en el ámbito: familiar, penal, civil; Valoración del abuso, maltrato, interferencias parentales, mobbing y asistencia a juicio. También desarrolla su actividad profesional como psicóloga general sanitaria, mediadora familiar y coordinadora de la parentalidad, siendo especialista en rupturas y divorcios de alta conflictividad. Es ponente en conferencias, y docente en cursos y talleres. Desde el año 2010 está involucrada en diferentes grupos de trabajo en el COPC.
