Reflexiones sobre el avance de la Mediación
Los mediadores seguimos insistiendo en la necesidad de divulgar la mediación e inventamos mil y una fórmulas para este cometido. El día de la mediación es una de ellas y aunque es cierto que su conocimiento ha tenido un incremento considerable entre diferentes profesionales, no parece que este entusiasmo haya llegado a los ciudadanos pues creo que la existencia de ciertas dicotomías dificulta el avance de la mediación y cuestionan su uso para los ciudadanos.
Se pretende encajar la mediación en parámetros lineales cuando es un fenómeno complejo y es evidente el contraste entre la facilidad de lo que se cree que es mediar y la dificultad que implica el acto de mediar, es decir, la alegría con la que la abordan los profesionales y la dificultad con la que se encuentran cuando están trabajando los conflictos,
Otra situación encontrada se produce en relación al lugar en el que coloque. La mediación nació y se desarrolló en un contexto informal, fuera de las instituciones donde podía exhibir sus principios básicos, voluntariedad y confidencialidad, que fortalece el informalismo y la creatividad que la caracteriza. De hecho, durante cerca de 12 años trabajé en mediación sin la existencia de regulación alguna. Sin embargo, la insistencia en colocarla en el juzgado, ajustándose a una normativa, puede reducirla a un procedimiento más que constreñirá y restará protagonismo a sus características distintivas: voluntariedad, confidencialidad, flexibilidad, rapidez y autodeterminación.
Estos dos ideas encontradas dan paso a la diferencia que podemos observar en el papel asignado al mediador, como un profesional de la justicia, encargado de lograr un acuerdo “justo”, o como un profesional del “respeto” que se ocupa de que el acuerdo alcanzado no humille ni margine a nadie, es decir, un profesional que ve la dificultad de conseguir la equivalencia, entre las personas, sobre el sentimiento de justicia o injusticia, mientras que sí puede y debe conseguir que su autorrespeto sea equivalente.
Sería interesante que los mediadores aunáramos criterios sobre estos aspectos y ofrecer un mensaje claro a los ciudadanos.
Trinidad Bernal Samper, Doctora en Psicología y Experta Mediadora, Fundadora de la Fundación ATYME. Una de las referencias europeas de la mediación.